La presidenta de FLEMACON, Lúcia Maia, participó, el 9 de junio, junto a líderes de Sindicatos y Federaciones afiliadas a la Central de lor Trabajadores e Trabajadoras de Brasil en el VII Encuentro Nacional del Sector de la Construcción del CTB. El evento fue realizado de manera virtual y dirigido por el Coordinador Nacional de la Rama de Construcción de CTB, Raimundo Brito, quien también es miembro del Comité Ejecutivo de la UITBB.
Se debatieron varios temas de interés para los trabajadores del sector de la construcción y el movimiento sindical en Brasil: el aumento del desempleo, el paro de obras y la exclusión por parte del gobierno de Bolsonaro del nivel 1 (viviendas para bajos ingresos) del programa Casa Verde y Amarela. (antes Minha Casa, Minha Vida), las campañas salariales, la violencia contra las mujeres, la pandemia del coronavirus y la urgencia de la vacuna, las pérdidas de categoría en los gobiernos de Michel Temer y Bolsonaro, y la persecución del movimiento sindical, por lo que es un aporte sindical opcional. (antes obligatorio) y permitir la ratificación en las empresas (antes, en los sindicatos), con el objetivo de acabar con las luchas de los trabajadores y destruir el movimiento sindical.
La necesidad de que la categoría adopte una posición política también se destacó en los debates, a la luz de las elecciones de 2022. Generar apoyos, elegir representantes de la industria de la construcción y presentar propuestas para que la categoría sea adoptada por los gobiernos electos.
Raimundo Brito presentó una propuesta de documento base, que se sumará a las enmiendas presentadas por los líderes participantes en el Encuentro.
La presidenta de FLEMACON, Lúcia Maia, presentó una moción de solidaridad a la excongresista Manuela DaÁvila, víctima de agresiones y amenazas de violar a su hija de cinco años.
Directores de las siguientes entidades, entre otras, participaron en el 7 ° Encuentro Nacional de la Industria de la Construcción de CTB: CTB Nacional, CTB Bahía, DIEESE, SINTRACOM-BA (responsable de la coordinacción digital del evento), SINTRACOM-SE, FETRACOM- BASE, FLEMACON (América Latina y el Caribe), SindMarceneiros-SP, Sintracom Sudoeste (Guanambi), Sintracom SAJ (Santo Antonio de Jesús), SINDIOESTE (Barreiras) y STCCMFS (Feira de Santana).
Consulta a continuación los textos del documento base de la VII reunión (aún sin enmiendas) y la Moción de Solidaridad con Manuela D’Ávila:
DOCUMENTO BASE (sin modificaciones)
Propuesta de documento para el VII encuentro de la industria de la construcción
La variación del empleo en la industria de la construcción en Brasil
En los últimos años, desde 2003, durante los dos mandatos del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, y hasta 2013, durante el primer mandato de la ex presidenta Dilma Rousseff, Brasil tuvo una perspectiva de crecimiento muy grande en el sector de la construcción. En ese momento, con el desarrollo de los programas Minha Casa, Minha Vida y PAC I y II, se discutió alcanzar alrededor de 22 millones
trabajadores asalariados, con contrato laboral, hasta 2022.
Con la reelección de Dilma, en 2014, la derecha se articula con la denominada “central” para, a partir de 2015, impedir cualquier intento de avanzar en el Congreso Nacional, iniciando el desmantelamiento de la industria de la construcción. A partir de entonces, el sector de la construcción se ve afectado por la quiebra de grandes empresas, el desguace de la ingeniería nacional y el paro masivo.
A partir de 2016, la presidenta Dilma fue destituida del gobierno con el juicio político, llevando al poder al vicepresidente Michel Temer. Comienzan los ataques a los derechos de los trabajadores y, en julio de 2017, con la aprobación de la reforma laboral, pretenden crear más puestos de trabajo. Por el contrario, legaliza la precariedad del trabajo, le quita derechos históricos a la clase trabajadora y afecta gravemente a las entidades sindicales. Hace opcional la aportación sindical (antes obligatoria), permite la aprobación de terminaciones de contratos laborales en las empresas (anteriormente, las terminaciones de contratos después de un año eran obligatorias en los sindicatos). El objetivo claro es acabar con las luchas de los trabajadores (as) y destruir el movimiento sindical.
A partir de 2019, en el gobierno del actual presidente, Jair Bolsonaro, las agendas de la extrema derecha se intensificaron con violentos ataques a los derechos sociales y laborales, las organizaciones populares y el movimiento sindical: el Ministerio de Trabajo y Empleo, creado en 1930, en el gobierno del entonces presidente Getúlio Vargas, se extinguió.
En 2020, la salud mundial entra en alerta con la pandemia de coronavirus (Covid-19), profundizando la crisis económica ya existente. El escenario es descorazonador, la desesperación es generalizada, las empresas paran actividades, solo funcionan aquellas actividades consideradas imprescindibles. El sector de la construcción fue considerado una actividad esencial por el gobierno de Bolsonaro. El sufrimiento de los trabajadores ya afectados por los altos precios y el desempleo, se agrava y la precariedad se agrava: los trabajadores se ven obligados a vivir a diario bajo el riesgo de contaminación,
utilizando el sistema de transporte precario, además de las aglomeraciones dentro de las obras o en los lugares de trabajo.
La administración de Bolsonaro promovió recortes en las inversiones en salud, educación y seguridad. Y el área de política de vivienda sufrió recortes presupuestarios de más del 40%. En agosto del año pasado, Bolsonaro señaló que el programa Minha Casa, Minha Vida no recibiría fondos para nuevos contratos de vivienda específicos.
a los más pobres, limitándose a procesos ya en marcha.
En abril de 2021, la política de vivienda sufrió un nuevo golpe presupuestario, entregado por Bolsonaro, quien recortó R $ 1,5 mil millones de los recursos del sector, llegando concretamente al «carril 1» del ex programa Minha Casa, Minha Vida, rebautizado en el actual gobierno de el programa Casa Verde e Amarela, que ahora solo cuenta con R $ 27 millones para las acciones de este año. El “nivel 1” del programa cubre a las personas más pobres y con un ingreso familiar de hasta R $ 1.800. Este segmento tiene alrededor del 80% del déficit habitacional en Brasil.
Como resultado, más de 200 mil viviendas aún en construcción deben tener sus obras paralizadas, a mayo / 2021. Esto comprometerá alrededor de 250 mil empleos directos en el sector, según datos de la Cámara Brasileña de la Industria de la Construcción Civil (CBIC). Y puede afectar a más de
600 mil empleos indirectos.
Según datos del IBGE, del total de empleados en Brasil, solo el 38,2% tiene contrato laboral; sólo el 26,6% son autónomos y el 18,1% sin contrato laboral, en un total del 44,7% de los trabajadores precarios. En el sector de la construcción, estas cifras sin duda serán mucho más graves. Hoy en día, incluso los datos nacionales son más difíciles de encontrar, no sabemos cuántas obras del programa Casa Verde e Amarela (antes MCMV) están en funcionamiento, cuántas están paradas, no tenemos datos completos de las obras de infraestructura en curso. y cuántos se detienen.
Este escenario es el resultado de la persecución que sufrió el sector de la “Operação Lava Jato”. La industria de la construcción vive actualmente una encrucijada importante, enfrentando una alta tasa de desempleo del 14,4% en el país y cerca de 803 mil trabajadores menos en la industria de la construcción (datos de 2020).
Según DIEESE, el sector de la construcción viene mostrando resultados negativos desde 2014, principalmente impactado por la “Operação Lava Jato”, que comenzó en marzo de ese año. Los principales contratistas del país, involucrados en la investigación, registraron un fuerte descenso en sus actividades, lo que en consecuencia también afecta negativamente el empleo en la construcción y sectores afines.
En Brasil, en 2010, el sector de la construcción empleó a 6,3 millones de personas, 1,7 millones más que los 4,6 millones de trabajadores registrados en 2000. La forma de contratación, que representó la mayor parte del aumento de puestos de trabajo, se pagó a un empleado formal, con un aumento en
más de 1,1 millones entre 2000 y 2010.
¡Reaccionar y luchar es necesario!
¡Vacuna para todos!
¡Viva los obreros de la construcción!
¡Viva la clase obrera!
¡Fuera Bolsonaro!
RAIMUNDO BRITO
Coordinador Nacional de la Industria de la Construcción en CTB
NOTA DE SOLIDARIDAD A MANUELA D’ÁVILA
Salvador-Bahia-Brasil, 9 de junio de 2021
Trabajadores reunidos el 9 de junio de 2021 en el VII Encuentro Nacional de la Industria de la Construcción del CTB, a través de la plataforma virtual, se acercan al público para expresar su pleno apoyo y solidaridad a la exdiputada y activista federal, Manuela D’Ávila y su familia.
Y repudian con vehemencia los ataques realizados en las redes sociales, a través de publicaciones en las que amenazan con la muerte y violación de su hija de cinco años.
Es un caso repulsivo y criminal de misoginia, odio, perversidad y violencia, que debe ser investigado y castigado a los culpables de acuerdo con la ley. Demuestra la grave situación política, que lamentablemente vivimos actualmente en Brasil, donde los partidarios del atraso avergüenzan, amenazan, violan y aterrorizan a quienes no toleran sus ideas retrógradas y fascistas.
#ManuFuerza
# CastigoLosCriminales
