Extrema derecha sinónimo de caos: Brasil, Ecuador y Argentina

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Brasil 

Hace un año, con poco más de 60 millones de votos, el presidente Lula liberó a Brasil de Bolsonaro. El peor presidente que ha tenido el país, elegido por votación, dejó un legado de destrucción de derechos, más de 700.000 muertes por Covid 19 por retrasos en la compra de una vacuna, aumento de la deforestación en la Amazonia, feminicidios, corrupción, mentiras en serie, fake news, discursos de odio, racismo, machismo, misoginia, homofobia, xenobofia, cracks, corrupción oficial, privatizaciones a precio de saldo a cambio de un puñado de joyas millonarias.

Bolsonaro no pudo ser reelegido y fue derrotado en el gobierno, dejando tras de sí un pantano, un rastro de suciedad institucionalizada, con el apoyo de alrededor del 25% de los votantes de extrema derecha, vinculados principalmente a la policía, las fuerzas armadas y Iglesias neopentecostales.

En un último destello, todavía intentaron un golpe de estado, el 8 de enero de 2023, con la invasión del Palacio de Alvorada y de los edificios del Tribunal Supremo Federal y del Congreso Nacional.

Afortunadamente, este intento de golpe fue abortado, con acciones estratégicas y de emergencia, comandadas por el Presidente Lula y por el Supremo Tribunal Federal, especialmente con la firmeza del ministro del STF, Alexandre de Morais, que intentó arrestar y someter a los golpistas la Ley de Seguridad Nacional.

El intento de golpe fue abortado, pero hay que luchar con firmeza, porque la extrema derecha sigue viva y activa, no sólo en Brasil, sino en América Latina, con el apoyo del imperialismo estadounidense.

Logró elegir a sus representantes en Ecuador y Argentina, que, como ocurrió en Brasil, están llevando a sus países al caos.

Ecuador

Ecuador, considerado uno de los países más seguros de América Latina en 2017, ha visto aumentar su tasa de homicidios un 700% desde el ascenso de la derecha, con la elección de Daniel Noboa, que asumió como presidente del país andino el 23 de noviembre 2023.

A finales de 2017, último año de la presidencia de Rafael Correa, líder de la Revolución Ciudadana, la tasa de homicidios era de cinco por cada 100.000 habitantes.

En 2022, esta tasa se disparó hasta los 26 asesinatos por cada 100.000 habitantes y, finalmente, el año 2023 consagró la quiebra de la derecha ecuatoriana con un nuevo pico: 40 homicidios por cada 100.000 habitantes.

La reciente escalada de violencia está directamente ligada a la tensión intrascendente de las declaraciones del actual gobierno de Noboa, que prometió desmantelar los grupos criminales, pero también con el desmantelamiento de las políticas públicas en los gobiernos anteriores de Lenin Moreno (2017-2021) y Guillermo Lasso (2021-2023).

Argentina

Luego de que Javier Milei asumiera la presidencia, el 10 de diciembre, el gobierno argentino comenzó a adoptar una política perversa, que penaliza principalmente a los trabajadores y a la población de bajos ingresos.

La huelga general prevista para el próximo 24 de enero por el movimiento sindical es movilizadora y pretende unir a los trabajadores y diferentes sectores de la sociedad, que han sido afectados y perjudicados por las medidas político-económicas del gobierno de Milei.

El movimiento paredista tiene como objetivo presionar a la Cámara de Diputados y al Senado para derrotar el Decreto DNU 70/2023 y la llamada “Ley de Autobuses”.

El Decreto DNU 70/2023 propone las “Bases para la Reconstrucción de la Economía” del país y crea un estado de “Emergencia Pública” en 2024, para promover un ajuste fiscal severo del 5% del PBI.

La llamada “Ley de Autobuses” busca transferir poderes absolutos al Ejecutivo, destruye la Constitución y aleja al Congreso de las decisiones fundamentales en el país. La huelga general del 24 de enero es un movimiento legítimo y podría frenar el proyecto autoritario y ultraliberal de Milei.

Fuentes: vermelho.org.br; patrialatina.com.br; ctb.org.br.